
Hoy he decidido navegar por tu cuerpo
asomarme al barandal y colgarme de panza.
Hoy he decidido usar mocasines
para caminar despacio y suave
por los pliegues de tu largo camino.
Hoy viajo por el desierto,
aún de noche, con el fulgor
de la estrella que cuelga entre tus senos.
Hoy he decidido hacerme de papel
y, tu sobre mi, escribirás los versos
apoyada en el muslo izquierdo de tu vida.
Hoy he decidido construir con ladrillos
la viva historia de los mares
donde la redondez de tus caderas
se asemeja a un acantilado profundo
donde siempre mueren los cautivos.