Miro por el ojal como hilo raso
y las estrellas forman una fila
de silencio.
El huracán desprende corazones desolados
que en su vuelo se precipitan
al universo.
En el acantilado los susurros hacen eco
y son abono de mi alma hecha pedazos
Así cuando el beso está en la esquina
nada se mueve por las áridas y
desiertas avenidas.
Viaja lenta la agonía de una suave y tersa
composición en 3/8
y bajo la nube de la dicha
se oculta la la mirada dulce del engaño.
No quedará una vivencia
que se derrita como la cera de una vela,
pero si la alegría intensa
de mirar el horizonte y
caminar seguro alrededor de tu cintura.
Vistas de página en total
miércoles, 30 de septiembre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
sábado, 19 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)