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domingo, 21 de marzo de 2010

Hoy soy como polvo de estrellas
que tiran los cometas.
Me gusta ser parte de tu risa
el mismo labio que se mueve y te domina.
Me gusta ser esa mirada clandestina
y el vaho de tu aliento de las madrugadas frías.
Me gusta ser la vida, que brinca las distancias
y encuentra nuevas vías;
la cándida tarde entre las hojas secas
y cuando lleve ponerme gabardina.
Me gusta volar por el aire azul y la noche
oscura y prefiero el silencio con argumentos
a los gritos opacos y descoloridos
o bien un largo grito colmado de silencio,
corazón y brío.
Hoy soy como un planeta rotando y siguiendo
mi propio ritmo en el infinito
espacio de la inmensidad del universo.

sábado, 6 de marzo de 2010

puntos de encuentro

Cuando tu desmayo dejaba salir un viento acidulado,
la veleta entre la lluvia me llevaba al secreto infinito
de los puntos cardinales.
De entre el oxido tupido de los labios olvidados,
salieron mil lenguas de dragón hacia la luna esperanzada
y, en el frio intenso de la arena más quemada, un cuerpo inerte
yacía sin refugio en la nostalgia.
Se despelleja, así pareja, bajo las nubes de un calor insoportable
la consistencia de una tarde tras la puerta entreabierta de tu alma.
Corazón, corazón de palma, ventrículo punzante que arrebata,
cápsula rellena de sustancia que mueve soledades, refrigera
el rimel de los ojos de venado que se mueven como
estrellas en la oscura y desolada carretera.