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domingo, 24 de mayo de 2009

acantilado


Hoy he decidido navegar por tu cuerpo
asomarme al barandal y colgarme de panza.
Hoy he decidido usar mocasines
para caminar despacio y suave
por los pliegues de tu largo camino.
Hoy viajo por el desierto,
aún de noche, con el fulgor
de la estrella que cuelga entre tus senos.
Hoy he decidido hacerme de papel
y, tu sobre mi, escribirás los versos
apoyada en el muslo izquierdo de tu vida.
Hoy he decidido construir con ladrillos
la viva historia de los mares
donde la redondez de tus caderas
se asemeja a un acantilado profundo
donde siempre mueren los cautivos.

lunes, 18 de mayo de 2009

recuerdo



"Chau pesimismo


Ya sos mayor de edad
tengo que despedirte
pesimismo

años que te preparo el desayuno
que vigilo tu tos de mal agüero
y te tomo la fiebre
que trato de narrarte pormenores
del pasado mediato
convencerte de que en el fondo somos
gallardos y leales
y también que al mal tiempo buena cara

pero como si nada
seguís malhumorado arisco e insociable
y te repantigás en la avería
como si fuese una butaca pullman

se te ve la fruición por el malogro
tu viejo idilio con la mala sombra
tu manía de orar junto a las ruinas
tu goce ante el desastre inesperado

claro que voy a despedirte
no sé por qué no lo hice antes
será porque tenés tu propio método
de hacerte necesario
y a uno lo deja triste tu tristeza
amargo tu amargura
alarmista tu alarma

ya sé vas a decirme no hay motivos
para la euforia y las celebraciones
y claro cuando nó tenés razón

pero es tan boba tu razón tan obvia
tan remendada y remedada
tan igualita al pálpito
que enseguida se vuelve sinrazón

ya sos mayor de edad
chau pesimismo

y por favor andate despacito
sin despertar al monstruo"

viernes, 15 de mayo de 2009

let´s dance


If you say run, I’ll run with you
And if you say hide, we’ll hide
Because my love for you
Would break my heart in two
If you should fall
Into my arms
And tremble like a flower

Let’s dance
Let’s dance

Let’s dance, for fear your grace should fall
Let’s dance, for fear tonight is all

Let’s sway, you could look into my eyes
Let’s sway, under the moonlight, this serious moonlight

voy

más frío que en un polo de la tierra...
el rayo parte al mar confuso de mi frente
y sobre un arco iris se prepara
el gran acto humano de la suerte.

domingo, 10 de mayo de 2009

aquí estoy, no te preocupes

prometo que aquí estoy
el bisturí
recorre la seria anatomía del desierto y
el surco se abre lenta y despiadadamente.
Las catedrales ocultan el silencio
donde me hinco a operar el trasiego.
Yo te nombro tantas veces y
no hay eco que pregone mi rezo.
Hoy he visto una rodilla
redonda y viva
tan viva como una luna llena
desbordada de aureolas.
Se me han perdido la horas
en que nombrarte era
un juego y en la alacena del tiempo
han quedado las sobras.
Mandé, mandé mi vida al infierno
del tiempo que nunca hizo sombras,
en una cámara oculta la ternura
se agolpa.
Puedo ver los contornos
y las aves buscando el labio escondido
también los lagartos
y la dichosa doncella
entónces,
aniquila el vidrio roto
que perturba mi sueno
y rompe el horizonte
para hacer una ola.

sábado, 2 de mayo de 2009

En la otra Orilla

En la otra orilla
el paisaje cambia constantemente.
Lo verde se convierte en oro
y lo azul en lapizlazuli.
El corazón se hincha
como una esponja inundada
que tu mano viene a terminar.
Las palabras son como
gotas de rocío
que por la espalda se
resbalan.
La mente queda libre
y los nudos ciegos
se desatan.
El pasado no es más que una
roca enorme
que habrá que rodear
y volver a caminar.
Una tonada brilla
y vuela hasta
encontrar el mar.
Las piernas pierden los temblores
recobran la tersura
y caminan sin cesar.
El ritmo de la apuesta
se va guardando como el sol
entre las calles.
Todo lo que hemos visto
se traspasa
como viejos fantasmas
de cristal humedecido.
Y hay que salir entonces
y abrazar el día.
Subir al horizonte
y observar todo
de nuevo
con la rapidez necesaria
para después esperar
que cambie.

Gabriel


" Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados eran como un mismo ser dividido, y se sentían incómodos por la frecuencia con la que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo, o por el accidente ridículo de que el uno se anticipara en público a lo que el otro iba a decir. Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías reciprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, y ambos fueron mas conscientes y agradecidos de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla. "

Gabriel García Márquez
El Amor en los Tiempos del Cólera