
Ohhh mirando las avenidas
entre la neblina del tiempo
y los zapatos gastados
con agujeros.
Los burócratas brincan
los viernes en la
quincena para ir a celebrar
al Samborns Hnos.
Ohhh que belleza
yo soy caballero y amable
dice Don Forma ajustando
su celular en el cinto.
Las señoritas van de tacón
y de unos labios secos y apelmazados
las palabras:
"te mando un taxi".
Las frases se rompen:
"estoy cansada"
no importa, "respeto tu casa"
solo es que quisiera ver la luna.
Ya se estacionan las camionetas.
En donde la señora se arresta en su sitio
o se dobla al desmayo
en nube de cumplidos inéditos.
Ohh el cielo es un paraje desierto
en donde las piernas caen del
cielo los viernes de la semana
todos los moteles son cunas de
esta ciudad que se encuera
por esas tardes.
Miro lo recovecos de capital
vestida de gala
donde las ratas se esconden
y en lugar de bajar, suben
las escaleras cuando el
temor va en carretera.
Ya he mantenido hijos
"tu no eres el ógro y
ella no es la santa"
mi corazón se merece
la dicha de navegar y
surcar las agonías...
que siempre colgaran del
escritorio de una
lúgubre oficina.
Ohh las historias viven
como fantasmas de amores
que eran eternos y hoy
se dicen majaderías.
Ohh la dicha está sentada
en la avenida, frente
a un bar, una escuela y
un tranvía que años atrás
se ahogaba en el deseo.