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miércoles, 21 de octubre de 2009

En el ocaso también hay dicha.
Mirar la tarde desde la ventana
aunque se que no estas aquí.

Confío en que todo aquello
que en el pasado no te pude
decir, hoy se ha vuelto aliento
que alimenta tu vivir.

Mi yo te invadía por las tardes
y en todos esos anos
que no estuve junto a ti
Tu vida era una aurora
que permanece ahora en mi


Por que no te dije algo
no supiste nunca
y solo la fas que viste
fue la del adiós, pero
la iluminada decía quedate aquí.

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