La pesadilla del amor,
de aquella extraña noche,
fue la pertenencia.
Que imprudencia fue pensar
que un sólo sueño nos
traería primaveras perdidas.
La fantasía del amor
fue el levantarse tarde
y beber toda la noche
un seco y melancólico vino escarlata.
El orgullo del amor fue
alejar a los lisonjeros que,
sin poder contener el odio,
dormían bajo su ventana.
Lo más hermoso del amor
fue su talante
parado detrás del ayer
que cada día se miraba más
agonizante.
Hay amor quién eres
que acaso no te resistes
a rondar por las sombrías veredas,
y en un vaivén te enredas e
iluminas soledades.
Siempre se ocurre guardar
algo de ti, aunque se oculte
en la cartera.
No hay nada tan fugaz
como esperar abrirte un
día y nadar por la sangre con
la que el corazón se inunda
cuando te espera.
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lunes, 30 de marzo de 2009
domingo, 15 de marzo de 2009
Fragmento de "Yo Soy mi Casa" Pita Amor

XXIV
"Yo soy cóncava y convexa;
dos medios mundos a un tiempo:
el turbio que muestra afuera,
y el mío que llevo dentro.
Son mis dos curvas-mitades
tan auténticas en mí,
que a honduras y liviandades
toda mi esencia les di.
Y en forma tal conviví
con negro y blanco extremosos,
que a un mismo tiempo aprendí
infierno y cielo tortuosos."
A Pita Amor la conocí en la calle a finales de los setenta. Con mis amigos de la cuadra. Las tardes de los sábados, le gustaba pasar por Michelet en la Colonia Anzures. Caminando desde el Hotel del Bosque, recorría Copérnico y daba vuelta a la esquina. Siempre nos encontraba y se detenía. Sus manos llenas de anillos, sus dedos arrugados y torcidos, su mejillas extremadamente pintadas y su cabello desvelado y con residuos de un esmerado arreglo olvidado.
Nuestra primera impresión y la mía en particular, fue de locura. Ese era su camino, nosotros no sabíamos, quién era, ni a dónde iba. A su paso eramos un grupo de chamacos que la distraía. Decía cosas, que nosotros no entendíamos, gritaba, nos hacía preguntas extrañas, reíamos. Yo la veía cansada y triste. Tenía dificultad para andar y con tanto perifollo.
Fueron muchos años, no se cuantos. Pero un día al dar yo la vuelta antes que ella, la encontré en la otra esquina, recitando con una voz firme y muy alta, una enorme poesía. Al principio pensé que alguien la había hecho enojar, cosa que no era extraña. Pero al detenerme a escuchar, me dí cuenta de lo que decía y sus palabras me impactaron. Ahí aprendí y me enamore de la poesía.
Años después, muy lejos de ese lugar, supe quien era aquella señora estrafalaria que recorría las calles de la Anzures y que me inquietaba tanto. ¿De dónde venía? ¿a dónde iba?
Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, la gran Pita Amor. Jamás he podido olvidar esa mañana, ni a ella, ni su poesía. La undécima musa.
Decidí poner las dos imágenes de Pita, contrastantes, por que así la conocí y así la descubrí.
viernes, 13 de marzo de 2009
En la orilla del tiempo
Hoy no soy para ti
soy de mi y soy contigo.
No soy de ellos y
soy en ellos y también
en ellas.
Estoy aquí, solo siendo...
y soy canción,
poesía,
ritmo acompasado,
desvelo enamorado.
Una mirada a la luna,
un libro abierto
lleno de recuerdos intactos y
la palidez extrema
de una piel que se enchina.
También soy un barco
y mares de alegría.
Palabras precisas y
grandes desatinos.
Yo soy en ti y contigo
nunca de ti
yo soy con ellos o en ellos
pero nunca por ellos.
Por eso me toco el cabello y
despeino tu cuerpo.
Por eso hoy me comprometo
a ser contigo y poderme ver aquí,
junto a ti,
en la orilla del tiempo.
soy de mi y soy contigo.
No soy de ellos y
soy en ellos y también
en ellas.
Estoy aquí, solo siendo...
y soy canción,
poesía,
ritmo acompasado,
desvelo enamorado.
Una mirada a la luna,
un libro abierto
lleno de recuerdos intactos y
la palidez extrema
de una piel que se enchina.
También soy un barco
y mares de alegría.
Palabras precisas y
grandes desatinos.
Yo soy en ti y contigo
nunca de ti
yo soy con ellos o en ellos
pero nunca por ellos.
Por eso me toco el cabello y
despeino tu cuerpo.
Por eso hoy me comprometo
a ser contigo y poderme ver aquí,
junto a ti,
en la orilla del tiempo.
jueves, 12 de marzo de 2009
TU AUSENCIA VIVA A TU PRESENCIA INVADE

"Tu ausencia viva a tu presencia invade
que lentamente mueren si se mira;
pues no por verte más se acerca el horizonte de los ojos,
más vacío mientras más profundo.
En la ventana, los cuadros y el espejo,
un aire indiferente y helado se aleja
de tu respiración, que renueva su asfixia,
inaccesible en ellos
el mundo inmóvil a donde no penetra tu vida,
tu presencia presa en el movimiento
de tu muerte fugaz y paulatina."
Jorge Cuesta
¿Dónde está Jorge, alguién lo ha visto después de
suicidarse?
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